Un país relleno de una multitud de riquezas

Venezuela

Cuando vuelves de un lugar en el que viviste un mes y quieres ya volver 2 días después, significa que has pasado un mes increíble.

            El mes increíble, lo pasé en Venezuela. Gracias a la beca de “La valija de Mcgill” tuve la oportunidad de viajar por América del sur y vivir con una familia local.

Cuando me dijeron que tendré que ir por Venezuela, no fui tan contento al principio. No conocía nada de este país, solamente que era un país muy peligroso. Pero, al fin de este viaje, mi sueno sería  vivir muchos años allá. 

 

            Primero, el país es muy bonito. He visitado lugares mágicos, extraordinarios. Por ejemplo, el salto Ángel, la cascada la mas grande del mundo o tal vez los roques y por fin isla de Margarita. Es un país donde puedes ver todo, es decir, playas muy bonitas, bosque muy impresionante y lugares abandonados únicos. Creo que he tomado fotografías muy preciosas.

 

Para continuar, tengo que decir que la cultura y la comida fueron una gran sorpresa para mí. ¡Los venezolanos son muy agradables y me han tratado como a sus hijos! Me llamaban “ mi amor” todo los días, un gran cambio de la cultura norte americana y Europa. Además, todo los días recibíamos amigos de la familia para comer o también jugar. Es un ambiente muy alegre, muy agradable.

            ¿Cómo puedo calificar la comida? ¿Extraordinaria? ¿Riquísima? Pues, nunca he comido tan bien cómo en Venezuela. Arepas, empanadas, tequeños, arepas… ¡Qué bueno! Es una cocina con mucho encanto. La madre, que se llamaba Olivia, me dio muchos consejos y recetas. Una gran oportunidad para mi de empezar a cocinar!

           

 Venezuela, si no conoces, no te va atraer. Pero cuando vuelves de un viaje que hiciste allá, comprendes que la impresión que hayas tenido sobre este país no era la verdad.

Jules Ferrer