¡AHHH PANAMA!

Después de siete horas de vuelo puse finalmente los pies sobre el suelo panameño. Mi primeras sensaciones estuvieron felicidad y asombro con el paisaje de rascacielos que vi, y que se parece a Miami. En efecto, los paisajes del país no eran lo que me había imaginado durante mis numerosos sueños sobre este viaje. Panamá es una mezcla entre la grandiosa naturaleza y las grandes ciudades modernas, como en la capital: la ciudad de Panama donde quedaba. Durante mi estancia de un mes con la Familia Verdego en el barrio Albrock tuve la ocasión de descubrir muchas aspectos desconocidos del país, con mis noches en discotecas modernas, mis escapadas a los gigantes centros comerciales, y mi empleo como secretaria en un rascacielos de la zona comercial, cosas que contradicen la visión exterior que tiene la gente sobre Panamá. La familia panameña con que quedaba me dio una visión muy positiva de la capital y del país en general. Me ha mostrado el progreso que la ciudad de Panama cumple cada año, para mejorarse en todos los sectores y desarrollarse mas rápidamente posible. Por ejemplo, me asombré que no hicimos las compras en el mercado, pero en supermercados flamantes como Super99 o Machetazo, además la ciudad ha cambiado todos sus modos de transportes públicos y un metro fue construido muy recientemente. Recuerdo mis noches locas en el Sparkles Bar con la vista panorámica de la ciudad y de la bahía, tan buenos momentos..

                           Una comparación entre el horizonte de Panamá City (Arriba) y Miami (Abajo)

                                            Una fotografía del Metro (!!Muy moderno!!!)