Un estereotipo que se escucha de España es que todos
los españoles están a favor de la tauromaquia, y entonces apoyan el abuso de
animales. Este estereotipo se ha originado de festivales españoles, como por
ejemplo, la fiesta de San Fermín. El festival es una celebración anual que
involucra un evento tradicional donde la gente corre con seis toros a través
del pueblo de Pamplona hasta que llegan a la plaza de toros de Pamplona, donde
más tarde los toros están matados.
En realidad, a diferencia de mis expectativas,
encontré que los que estaban a favor de la tauromaquia tenían buenas razones
para mantenerlo como parte de su cultura. Muchos españoles sienten que la
tauromaquia no es algo cruel – sino que es un
deporte artístico, donde el toro está representado como un animal mereciendo
respeto, y el torero conecta con la audiencia a través del toro. Una española
me dijo que la tauromaquia era una oportunidad para que la gente reconociera la
capacidad del toro de aprender rápidamente y que destacaba que los animales
nunca deberían ser subestimados.
Personalmente, no me gusta la tauromaquia, y por eso era interestante para escuchar una justificación para su existencia. Me pareció que la línea “el torero conecta con la audiencia a través del toro” era fascinante, porque no había pensado en ello como esto, y es extraño pensar en la tauromaquia como arte. He leído que en países como México, la tauromaquía está disminuyendo en popularidad (aunque sigue siendo legal) y ¿será verdad en España también?
ReplyDeleteSin embargo, ¿cree que el patrimonio cultural es bastante para justificar estas acciones? Por ejemplo, los romanos amaban luchas de gladiadores, pero no creeríamos que eso es humano hoy, aun si hay un aspecto de honor.